Remi, un niño de la aldea Chavanon

El primer capítulo de Remi nos presenta al protagonista, un niño de ocho años que vive en la aldea de Chavanon, en Francia. Remi es un niño alegre y bondadoso, que ayuda a su madre adoptiva, la señora Barberin, en las tareas del hogar. Su padre adoptivo, Jerónimo Barberin, es un albañil que trabaja en París y que solo viene a visitarlos una vez al año. Remi desconoce que no es hijo biológico de los Barberin, y que fue encontrado por Jerónimo en una calle de París cuando era un bebé.

Sin embargo, todo cambia cuando Jerónimo regresa de París con una mala noticia: ha sufrido un accidente y ha perdido una pierna. Además, le dice a Remi la verdad sobre su origen que en pocas palabras no es su hijo, que lo había encontrado en una calle de París, esto y más en el siguiente capítulo

“Era primavera pero solo en el calendario, en las montañas la nieve empezaba a endurecerce y vientos helados no dejaban de soplar”

¿Donde es Chavanon?

Chavanon es un pequeño pueblo francés que se encuentra en la región de Auvernia-Ródano-Alpes, cerca de la frontera con España. Su nombre proviene del río que lo atraviesa, el Chavanon, que es un afluente del Dordoña. Chavanon tiene una población de unos 500 habitantes, que se dedican principalmente a la agricultura y la ganadería. El pueblo es conocido por su patrimonio histórico y cultural, que incluye una iglesia románica del siglo XII, un castillo del siglo XV y varios molinos de agua. Chavanon también es famoso por su gastronomía, que se basa en productos locales como el queso, el vino, la miel y las setas.

Los visitantes pueden disfrutar de platos típicos como la trufada, una tortilla con trufas negras, o el pounti, un pastel salado con verduras y carne. Chavanon es un lugar ideal para los amantes de la naturaleza y la tranquilidad, ya que ofrece paisajes verdes y variados, con bosques, prados, ríos y cascadas. Se pueden practicar actividades como el senderismo, el ciclismo, la pesca o el kayak. Chavanon es un pueblo con mucho encanto y humor, donde los habitantes te reciben con una sonrisa y te cuentan historias divertidas sobre su vida y su historia. Si quieres conocer un rincón de Francia diferente y auténtico, no dudes en visitar Chavanon.